Pia Ortuño: Ritmos de ahora y entonces, aquí y allá

---

LATAMesa: Estos gestos que implican repetición y un sentido de ritual también parecen abarcar el registro y la representación del tiempo, particularmente evidente en el uso de metales desgastados y corroídos. ¿Podrías profundizar en el significado de estas marcas de cincel y explicar cómo conceptualizas el tiempo dentro de tu práctica artística?

Pia Ortuño: Lo primero que realmente me interesó en explorar el tiempo de esta manera fue cuando estaba tallando mármol en Pietra Santa, un gesto monótono en el que golpeas continuamente un cincel con la esperanza de desenterrar algo de una roca. Es un proceso lleno de errores potenciales, irreversibles una vez cometidos. Permaneces en una perpetua nube de polvo, intentando encontrar el camino a través de la piedra. Entonces, me di cuenta de que no sólo estaba realizando este movimiento corporal sino también una especie de danza, creando un ritmo con el cincel. Y no sólo eso, mientras extraía capas de la roca, iba desvelando el pasado. Al entrar en la piedra, estaba tallando las capas externas del presente, revelando estratos del pasado y esculpiéndolos hacia el futuro. Este proceso fue permitiendo que el pedazo de historia plasmado en la piedra respirara el aire del presente. Esta experiencia encendió mi pasión por la escultura y su compromiso rítmico con el cuerpo, la mente y la meditación. Es bastante sorprendente romper un trozo de piedra, y cómo revela su propia vida única, y cuando se hace añicos, se transforma irremediablemente en polvo, y pase lo que pase, nunca volverá a ser el mismo. Esta comprensión marcó el comienzo de mi exploración del concepto de tiempo en mi práctica artística y cuando decidí retratar o capturar el tiempo en superficies.

Entonces, cuando llegué a RCA, eso era lo que tenía en mente: cómo capturar el tiempo. Debido a diferentes circunstancias de la vida, no pude seguir trabajando el mármol en mi apartamento de Londres durante el Covid. Sin embargo, utilicé, por ejemplo, polvo de mármol como una forma de continuar con esta práctica material y mantener la conexión con el mismo. Utilicé el cincel como una forma de mantener mi cuerpo en ese mismo estado de recuerdo de cómo descubrí el tiempo. Utilizo clavos que colecciono del Támesis, que forman parte de la historia de la ciudad desde hace cientos de años y tienen su propio tiempo. Todos estos elementos se unen formando una superficie completamente diferente con acumulaciones de muy distintas épocas. Todos tienen su propio espíritu, su propia vida anterior, y juntos irán a su próxima vida, una vez que dejen mi estudio.

Esto es lo que se me ocurrió para crear un lenguaje visual sobre cómo percibo el tiempo. Veo el tiempo a través de esa repetición en esos gestos o en los diferentes colores. También se trata de contar historias. Por ejemplo, mis cuadros tienen nombres tanto en español como en inglés porque uno representa el recuerdo de un sentimiento y el otro es la versión más literal en inglés. Entonces, uno es el aspecto emocional y el otro es más lógico. Esta conexión une esos dos pasajes.

LATAMesa: ¿De qué trata este nuevo corpus de trabajo más modular?

Pia Ortuño: Bueno, el enfoque modular se alinea con este sentido de repetición. Pero además, estas obras de arte fueron preparadas para una exposición en Portugal y mi objetivo era abordar dos desafíos. En primer lugar, el peso de las piezas, ya que pueden llegar a ser bastante pesadas. En segundo lugar, está la cuestión del transporte. Trabajar entre el suelo y las paredes implica subir y bajar constantemente, y levantar un trozo de madera de 5 x 2,5 metros solo en el estudio sería casi imposible para mí. Separar las piezas y construirlas a partir de estos componentes modulares las hizo más manejables. También me ha permitido utilizar madera más gruesa, lo que confiere un peso y una presencia más sustanciales. Ya no son delgadas piezas de madera que necesitan estructuras de acero para convertirse en objetos. Porque, después de todo, pretendo que mis obras sean una fusión entre escultura y pintura, diseñadas para existir como un objeto y no simplemente como algo en la pared. Pueden habitar un espacio por sí solos.

Este enfoque modular ha permitido un mayor juego creativo. La naturaleza modular les permite doblarse y atravesar esquinas, tener bisagras y adaptarse a diversas superficies. Pueden sobresalir o integrarse más en la pared, dependiendo de cómo los cuelgue por la parte trasera. Puedo tallarlos finamente o agregarles más cosas, lo que la convierte en una práctica expansiva. Me brinda la oportunidad de jugar un poco más con la arquitectura, lo que ha estado informando mi trabajo, principalmente porque el primer lugar al que iba a ver obras de arte en Costa Rica eran las iglesias. Fue nuestra principal fuente de cualquier tipo de pintura, mural o vitral, teniendo las colecciones más hermosas de Costa Rica. Siempre me sorprendió la increíble arquitectura de un altar. Por eso mis retablos se basan en ese tipo de arquitectura. Me encanta cuando hay una oportunidad de tocar en las obras. Ahora, estas piezas modulares pueden producir su propia arquitectura; no es necesario que sean rectangulares; se pueden cortar y cambiar para formar sus propios espacios de altar.

LATAMesa: ¿Obtienes algún material de Costa Rica?

Pia Ortuño: Ah, es bastante difícil. He considerado importar madera de Costa Rica, pero es excepcionalmente cara. En síntesis, lo que resuena en mí acerca de Costa Rica es el recuerdo de ella y las emociones que vienen con la distancia: las historias que mi abuela compartió cuando yo era pequeña, el anhelo por la naturaleza de Costa Rica y sus colores. Intento absorber todo lo que puedo durante mis visitas, capturando momentos a través de fotografías y recordando más que traer piezas físicas a Londres debido a los costos prohibitivos.

LATAMesa: ¿Entonces todos estos clavos son del Támesis? ¿Usas una máquina de burlas?

Pía Ortuño: Sí, los clavos grandes son del Támesis y no uso máquina; puedes detectarlos fácilmente a medida que se lavan. Sin embargo, encontrar miles del mismo tamaño es muy difícil. Por lo general, son grandes, oxidados y llenos de escombros. Entonces, cuando recojo una cierta cantidad, hago una especie de proceso de contaminación cruzada, transfiriendo un clavo limpio y uno del Támesis a una cacerola con sal y agua, entonces el agua se contamina y por lo tanto la limpia también. Es como un método para transferir tiempo de un objeto a otro o una forma de incrustar una cosa en otra.

Esto también es algo que ha estado sucediendo con mis pinturas. Intenté incorporar ciertos módulos de un cuadro a otro y jugar con eso. Entonces, es como esa contaminación cruzada nuevamente o una migración de pintura de un lugar a otro. Por ejemplo, las piezas que ahora estaban fuera de un cuadro se trasladaron a la parte superior de otro cuadro. Y la parte superior de ese cuadro se ha movido a este otro cuadro. Entonces, hay una peregrinación entre ellos.

Se contagian un poco de lo que el otro tiene que informar. Hay un aspecto histórico porque, obviamente, uno se hizo antes que el otro, pero uno no sabe dónde va a aterrizar una pieza. Podría tener algo del pasado que está llegando al presente o algo del presente que está llegando al pasado. Eso es lo que me interesaba al principio cuando exploraba el tiempo, porque no estaba segura de que el tiempo, de alguna manera, pudiera verse como lineal. Quería ver el tiempo no como una línea con pasado, presente y futuro, sino como un plano que se puede ver desde arriba. Así se podrá identificar diferentes momentos en el tiempo pero verlos todos a la vez. Supongo que esto es lo que he estado tratando de encontrar en las pinturas:una combinación de pasado, presente y futuro, todo condensado en una sola superficie. Y nuevamente, es algo grandioso que permite esta forma modular de trabajo. Es muy divertido, realmente divertido trabajar así.

LATAMesa: ¿Cómo siguen tus próximos proyectos?

Pia Ortuño: Bueno, tengo una exposición próxima que me entusiasma mucho en la Galería Duarte Sequeira en Portugal a principios de abril. La mayoría de estos trabajos en mi estudio aparecerán en la exposición. Sequeira es un espacio de arte increíble que me ha dado la oportunidad de apoderarme de toda la galería y simplemente divertirme con ella. Mi idea para la exposición es construir una cantera dentro de la galería. Las propias pinturas representarán las explosiones que se producirían en su interior, en alusión al método histórico de extraer el mármol con dinamita, dando como resultado espectaculares explosiones. Luego, las piezas de mármol se enviarían a todos los rincones del mundo. Estas pinturas simulan aquellas piezas que han sido recompuestas, formando esculturas u obras que provienen todas del mismo lugar original. Es una exposición muy emocionante en la que he estado trabajando durante un tiempo.

También, tendré una exposición aquí en Londres con Jo Dennis en Pictorum Gallery, lo cual es muy emocionante. Tengo algunos proyectos más, pero para ser honesta, me he centrado más en desarrollar mi trabajo. Prefiero tenerlo en el estudio un poco más, pensando en cómo quiero presentarlo en lugar de exhibirlo extensamente. Se necesita tiempo para vivir con la obra, aprender de ella y luego liberarla al mundo. Entonces, esas dos cosas son particularmente emocionantes para mí este año.